Kalarippayattu proviene del estado de Kerala, en el sur de la India, y a menudo es considerado el arte marcial más antiguo del mundo. Fuentes históricas dan testimonio de su existencia al menos desde el siglo XII d.C. El nombre significa un lugar (kalari) para el entrenamiento o la lucha (payattu).
Los tres estilos de kalarippayattu se distinguen comúnmente en: Norte (wadakkan), Sur (tekkan) y Central. Lo importante es el hecho de que las direcciones se refieren solo a Kerala y no a toda la India, es decir, en el norte de Kerala, el estilo más común es el del Norte.
En cada una de ellas, la práctica rica en rituales incluye el aprendizaje de secuencias de movimiento y bloqueos que dominan al oponente, la lucha a manos desnudas y el entrenamiento con el uso de armas de madera y de metal (varios tipos de palos, cuchillos, sables, y lanzas), así como ejercicios de fuerza, de estiramientos y de respiración. Los estilos difieren principalmente en la disposición de secuencias de movimiento y peleas con armas, así como en algunos ejercicios.
El entrenamiento físico se completa con el sistema de curación – kalari chikitsa (o chikils) – estrechamente relacionado con el Ayurveda, que incluye, entre otros, masajes que curan y hacen que el cuerpo sea flexible, así como la ciencia de los marmas, los puntos vitales del cuerpo humano, que se usan especialmente en el estilo del Sur.
Los elementos de kalarippayatts se han utilizado durante siglos en el training de los actores y los bailarines de Kerala, por ejemplo, de kathakali, krishnattam, kudiyattam, mohiniyattam, porkali o velakali.
Mitología y Literatura
Según la mitología, el primer gurú del estilo del Norte fue Parashurama, el sexto avatar de Vishnu que también creó Kerala y obtuvo un hacha (parasu) de Shiva. Se cree que el dios le enseñó a Parasurama este arte marcial y creó el primer kalari.
El gurú del estilo del Sur es el inmortal Agasthya, un experto en medicina y herboristería. Como dice el Mahabharata, él era maestro de Drona a quien equipaba con armas. Se cree que vivió en el estado actual de Tamil Nadu y creó la primera versión del idioma Tamil, a petición de Shiva. También se cree que fue el primer maestro de artes marciales.
A veces se dice que el kalarippayattu es el padre de todas las artes marciales. Se cree que Bodhidharma, un monje budista, en el siglo VI d.C. viajó desde el sur al norte de la India, hasta el Himalaya, y enseñó, entre otros, a los monjes Shaolin. A partir de ahí, los elementos del kalarippayattu se trasladarían más hacia el Este y se incluirían en otros sistemas marciales.
Además, sobre las artes marciales, se ha escrito en muchas epopeyas y escritos sagrados hindúes: el Mahabharata, el Ramayana, el Agni Purana o el Dhanurveda. Sin embargo, hablan, más bien, sobre las reglas generales de lucha y de guerra, y no de una técnica precisa. Una excepción es el Dhanurveda, que habla principalmente de tiro con arco, aunque también hay muchas descripciones de costumbres y rituales que acompañan el entrenamiento y la lucha, y que están presentes en el kalarippayattu hasta nuestros días (como la actitud hacia los dioses y los gurús, el respeto por las armas, la importancia de la respiración y la concentración, o formas de preparación para la lucha).
El siguiente grupo de escritos que hace referencia a las artes marciales son textos posteriores del sur de la India, principalmente en tamil. La literatura de la época de Sangham (6 a.C. – 4 d.C.) incluye muchos poemas que cuentan historias sobre guerras, héroes y sus hazañas, así como sobre sus costumbres sociales. En primer lugar, una colección de poemas que están directamente relacionados con el arte marcial Keralite, el Vadakkan Pattukal, o Baladas del Malabar del Norte, escrito en el siglo XVIII. También hay una colección de Tekkan Pattukal (Las baladas del sur), pero es la primera que cuenta las historias de los héroes legendarios que fueron maestros de kalarippayattu. Los más populares son Aromal Chekavar, Tacholi Otenan y también la famosa guerrera Unniyarcha.
HISTORIA
Se supone que el kalarippayattu apareció como un sistema cohesionado de ejercicios físicos relacionados con la práctica espiritual alrededor del siglo XII d.C., sin embargo, sus bases ya existían antes. La edad de oro del desarrollo de Kerala fue en los siglos IX y X, cuando el territorio de la región actual se dividió en distritos gobernados por reyes. Los distritos consistían en centros administrativos más pequeños que fueron creados por grupos de aldeas.
El Siglo X terminó con luchas entre dinastías que produjeron numerosos cambios sociales y económicos, entre otros, la militarización de la sociedad keralita. Se introdujo un entrenamiento militar regular y común. En todo el país se crearon academias militares, kalari. Los jóvenes estudiaron allí usando armas y luego se unieron a las tropas locales.
Los guerreros surgieron de la noble casta de nayar (la versión en inglés Nair se hizo habitual) y a este nombre agregaron sus apellidos, permitiendo reconocer su genealogía. A los Nayars que dirigían los kalaris se les dieron el nombre de «Panikkar» o «Kurup». Y en Tamil Nadu – el estado vecino al este de Kerala – la casta de los guerreros eran los Nadars. Como los nayars, estaban tradicionalmente conectados con el kalarippayattu, los nadars – con varma ati, un arte marcial de Tamil Nadu. Usaban las técnicas de las artes marciales tanto para defender a sus pueblos como para resolver conflictos domésticos.
Los maestros de Kalarippayattu sabían no solo sobre la destreza marcial, sino también sobre medicina (kalari cikitsa) y herboristería, que usaban para curar las heridas de los soldados que habían resultado heridos en la batalla. Sirvieron como médicos en sus pueblos y ciudades.
Los soldados, debido a su intenso entrenamiento físico, también fueron los primeros artistas de danza-teatro, entre otros, de kathakali y de krishnattam, que se originaron a principios de los siglos XVI y XVII respectivamente. Usaron algunos ejercicios que les ayudaron a hacer que el cuerpo fuera flexible y fuerte, los pasos se compusieron en secuencias coreográficas y toda la práctica se completó con masajes con aceite. Gracias a la intensidad, al training de muchos años y a la disciplina, los actores pudieron actuar encima del escenario con vestuarios pesados durante muchas horas. Los elementos del kalarippayattu se usaron también en la formación de actores de kutiyattam, así como en muchas artes escénicas populares de Kerala.
Después de un período de prosperidad de los nayar, así como de sus habilidades de combate, principalmente en los siglos XVI y XVII, debido a la modernización de la técnica militar, y también debido a cambios en la estructura social, gradualmente disminuyó su importancia, y finalmente en la época colonial, los nayars fueron considerados una amenaza para las autoridades británicas. Se les prohibió llevar armas encima, así como tenerlas en casa, y también se prohibió practicar kalarippayattu bajo pena de muerte o exilio. Este edicto contribuyó a la mengua de la popularidad del kalarippayattu, pero no a su completa extinción y olvido. Algunos maestros renunciaron a la enseñanza, y algunos se centraron en la práctica médica y la enseñanza de los niños. La meditación se enseñaba cada vez menos, así como el conocimiento sobre técnicas avanzadas de concentración de poder interior o conocimiento de puntos vitales y métodos de curación ya no se transmitieron más. Los manuscritos de hojas de palma no fueron suficientes para reconstruir estas prácticas.
La reforma y la reorganización de las escuelas de kalarippayattu, así como el renacimiento del espíritu del arte marcial en sí, tuvieron lugar en los años 20 del siglo XX. Sucedió en la ola de redescubrimiento por parte de los hindúes de sus tradiciones indígenas. Las presentaciones de Kalarippayattu se hicieron muy populares – la gente recordaba los tiempos de la antigua gloria del país y su pasado heroico. También fue entonces cuando el nombre kalarippayattu comenzó a usarse oficialmente.
La palabra fue creada como un conjunto de dos palabras en malayalam: kalari (del tamil: kalam y del sánscrito: khalurika), que se puede traducir como lugar, espacio, arena, campo de batalla, y payattu (del tamil payil), que significa práctica, ejercicio, conocimiento. Antes, el arte también fue descrito por estas dos palabras, aunque escritas por separado.
En 1958 se estableció la Kerala Kalarippayat Association (Asociación de Kalarippayat de Kerala). Hoy todavía funciona y la mayoría de las escuelas de kalarippayattu en Kerala pertenecen a ella.
Traducido por Dani Ginebroza